Hitler era vegetariano; ¿Qué dice eso sobre las personas vegetarianas?

No dice nada más que el hecho de que algunas personas malvadas también pueden ser vegetarianas. La pregunta en sí está basada en un silogismo inválido: Hitler era vegetariano; Hitler era malvado; por lo tanto, los vegetarianos son malvados. Stalin comió carne y no era un ángel. Fue responsable de la muerte de millones de personas inocentes. ¿Qué dice eso sobre las personas que comen carne? Del mismo modo que no podemos concluir que todas las personas que comen carne tienen algo en común con Stalin más allá del consumo de carne, no podemos concluir que todas las vegetarianas tienen algo en común con Hitler más allá del vegetarianismo. Además, no es seguro que Hitler fuera realmente vegetariano. Y, en cualquier caso, el interés nazi en reducir el consumo de carne no existía porque se preocupasen por el estatus moral de los animales, sino que reflejaba su preocupación por la salud y curación orgánica y por la evitación de ingredientes artificiales en alimentos y productos farmacéuticos, preocupación que estaba vinculada a sus objetivos nazis de “higiene racial”.

Otra versión de esta pregunta es que, dado que los nazis también favorecieron los derechos de los animales, ¿significa esto que los derechos de los animales como teoría moral es pobre e intenta devaluar a los humanos? Una vez más, la pregunta es absurda. En primer lugar, se basa en un error fáctico. Los nazis no estaban a favor de los derechos de los animales. Las leyes de bienestar animal en Alemania restringieron la vivisección hasta cierto punto, pero bajo ningún concepto reflejaban ninguna preferencia social por abolir el estatus de propiedad de los animales. Después de todo, los nazis asesinaron con toda tranquilidad a millones de humanos y animales en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, un comportamiento que no es compatible con una posición de derechos humanos o de otro tipo. No es más correcto decir que los nazis apoyaron los derechos de los animales que decir que los estadounidenses apoyan los derechos de los animales porque tenemos una Ley federal de bienestar animal.

Pero, ¿y si, en contra de los hechos, los nazis defendieran la abolición de toda explotación animal? ¿Qué diría eso sobre la idea de los derechos de los animales? La respuesta es absolutamente clara: no diría nada sobre si la posición de los derechos de los animales es correcta o incorrecta. Esa pregunta puede resolverse solo si los argumentos morales a favor de los derechos de los animales son válidos o no. Los nazis también favorecieron fuertemente el matrimonio. ¿Eso significa que el matrimonio es una institución intrínsecamente inmoral? Los nazis también creían que los deportes eran esenciales para el desarrollo de un carácter fuerte. ¿Significa esto que los deportes competitivos son inherentemente inmorales? Jesucristo predicó que había que compartir los recursos de manera equitativa. Gandhi promovió un mensaje similar, como lo hizo Stalin. Pero Stalin también devaluó a los seres humanos. ¿Podemos concluir que la idea de una distribución de recursos más equitativa tiene algún defecto moral inherente que contamina a Jesús o Gandhi? No, claro que no. No devaluamos más la vida humana si concedemos valor moral a los intereses de los animales de lo que devaluamos las vidas de los humanos sin trastorno mental severo cuando damos valor a ciertos humanos con trastorno mental severo y prohibimos su uso en experimentos.

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